Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

viernes, 14 de mayo de 2010

La ragazza y el calentón







Esto te lo cuento sólo a ti:
Una ragazza es una ragazza. No vale con que una chica guapa haya nacido en Italia, no. Para que sea considerada ragazza además de haber nacido en Italia, debe tener el estilo de Sofía Loren. Debe lucir ropa ceñida, pero no demasiado atrevida. Generoso escote pero no excesivamente provocativo. Tímida y pícara. Que lo sepas.






Aquella tarde había 29º en Roma. El tráfico era un continuo atasco. Llevaba un rato perdido en el Trastévere y la temperatura de la moto se estaba disparando por minutos.
Finalmente decidí que era mejor que moto y motero descansáramos un rato.
Y allí perdido, me encontró.
Aquella ragazza se acercó tímidamente, con un casco de moto en la mano y me confesó que tenía un problema.
- Con semejantes ojazos y ¿tienes un problema? (pensé y callé)
El destino había querido que se quedara sin gasolina…
Sonreí y le dije que no se preocupara, que el depósito de mi moto era más grande que ningún otro.
Claro que no disponía de un macarrón para extraer algún litro y poder hacer de buen samaritano…
- No te preocupes, me dijo, si tienes alguna moneda compro la gasolina.
- Ah, no te preocupes tú, contesté, como tienes casco te llevo en mi moto a por la gasolina.
Me volvió a pedir las monedas y caí en que, por mucha ragazza que fuera, esta mujer tenía gasolina de sobra, sólo quería algo de dinero para vaya vd a saber qué.
Vio que yo no soltaba la guita y sonriendo dio media vuelta, me guiñó un ojo y se despidió.

Y, sorprendido, me tomé un helado para seguir haciendo tiempo, pues mi moto seguía con su calentón…



3 comentarios:

  1. ese guiño te costó el helado

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  2. Jeje.. pues yo busco un macarrón...por donde sea.. y la hago sacar gasolina de mi moto.... y luego la invito a un cigarro... jeje...

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