Siempre regreso feliz de mis viajes, porque vuelvo; y triste, porque regreso. Después los guardo en este escondite; para que no se pierdan, para que nunca terminen.

miércoles, 2 de abril de 2014

Billow y las lágrimas de cocodrilo




Los cocodrilos, cuando se van a zampar la merienda, lloran.
Hay científicos mundiales que aseguran que no lo hacen por una pena muy triste al devorarse a su presa, sino para mantener húmedos sus ojos fuera del agua.
Yo, que nunca he tenido un cocodrilo en mi vida en este planeta, no lo tengo tan claro, pero tampoco me voy a poner a discutir ahora.



La SESTRIONA







La semana pasada me separé de la Sestriona, sin duda, la mejor moto que he tenido nunca. La más potente, veloz, fina y bonita. Tan, tan, tan buena era y hacía todo tan bien, que no consiguió enamorarme…
A mí me gusta más ir despeinado por la vida. Se siente.
Así las cosas, cuando la estaba acicalando para despedirme de ella, florecía en mí algo de pena… aunque realmente estaba muy contento.
Y mirando las gotas de agua depositadas sobre su escudo, me acordé de las lágrimas de cocodrilo.







ÁURYN













Hace unas horas me he despedido de Áuryn. Mi mejor Adventure. Hasta la fecha. Al menos ha sido la única de las tres que no ha intentado matarme.
Pero el tiempo no pasa en vano y 128.000 kms… se terminan notando.
Siempre la recordaré levantando polvo volcánico en Islandia, presumiendo chula en Moscú, viendo amaneceres en Noirmoutier, llorando en Auschwitz o contemplando bellos atardeceres en Malta.
Y con ella han ido las vetustas maletas decoradas con más de 50 banderas… Toda Europa. Toda Europa… se dice pronto.
A dos de las mujeres que más quiero en este mundo, se les escapó una lagrimita al despedirse de Áuryn.
Aunque han terminado sonriendo.










Es azul.
Como el mar más hermoso que haya visto nunca.
Fuerte, gigante, violenta… ruge como algunas olas que vagan errantes por el mar despidiendo columnas de gotas al cielo. O de lágrimas.
Tan rápida, tan gigante, tan musculosa, tan azul… tan hermosa.
En los países nórdicos las llaman “billow”.

Es por eso.